«Era una chica complicada y he cambiado a mejor tanto mentalmente como físicamente; he ganado en madurez». Con esta sinceridad define Oihane Llaguno su participación en el programa de intervención socioeducativa Bultzatzen, que se lleva a cabo desde hace diez años en el instituto de Astrabudua y el colegio Ignacio Aldekoa, ambos de Erandio. Una iniciativa destinada a luchar contra el fracaso escolar y conciliar la vida laboral y personal de las familias que ha recibido el reconocimiento de la comunidad escolar europea en la Conferencia Anual Eurochild, celebrada a mediados de este mes, en la ciudad italiana de Milán. El proyecto coordinado por la Universidad de Deusto y financiado por el Ayuntamiento, ha sido el único seleccionado de toda España para participar en las diversas sesiones de trabajo.
A lo largo de tres días, Oihane y sus compañeros David Ocampo e Ignacio Antequera han expuesto su experiencia vital e intercambiaron ideas con 23 estudiantes de Italia, Suecia, Malta, Bulgaria y Grecia. David se mostraba «muy satisfecho» con el resultado porque «hemos buscado formulas para hacer valer nuestra voz en la sociedad, algo que no es sencillo». A todos desveló que su paso por Bultzatzen le ha servido para «ganar confianza en mí mismo; antes me costaba bastante relacionarme».
Además, una de las primeras consecuencias de la reunión será el intercambio de estudiantes, el primero con un centro de Roma «muy afín en aspectos socio-económicos», destacó la directora del IES Astrabudua, Begoña Muñoz. También está previsto dar a conocer las conclusiones de Eurochild en centros de Leioa y Txorierri con el «fin de incorporar este tipo de estrategias en el trabajo escolar».
Debatir los problemas
Tras ser usuaria del programa, Oihane ejerce ahora como voluntaria para ayudar «ayudar a los más pequeños» - alumnos de Primaria-, con diversas acciones fuera del horario escolar. Los días laborables, estudiantes de los dos primeros cursos de secundaria como ella o David, les ayudan a hacer los deberes y estudiar después de «reunirnos en torno a la merienda». Una vez concluida la tarea educativa participan en talleres como cocina o fútbol, si bien cada vez que un miembro del grupo tiene un problema, «nos reunimos en asamblea para debatirlo y buscar una solución».
